Un sueño: Un abrigo perfecto abandonado en el hielo.

Se levantó llorando, apenas su voz salía.

Andaba por un suelo helado, el mismo camino que soñó hace tiempo.
Ellos ríen, se burlan de alguien. Inclinados y encorvados en su caminar. Meros fantasmas irónicos y burlescos, pantomimas de seres humanos. Corazones helados calentando el dolor de otros. Engominados, como preparados para una actuación destrozando cruelmente almas inocentes.
Él pasa por su lado y la ignora, la otra mujer le habla al oído a él y le pregunta quién es. Él contesta se parece a mi hermana, pero podría ser una amiga cualquiera. De nuevo ríen y ella sigue su helado caminar solitario. Al mirar atrás, un abrigo perfecto abandonado en el hielo.

Imágenes oníricas, aungustia en la pesadilla. Si nadie te conoce, no existes.

“La siniestra aventura de cada noche, el sueño. Los hombres se dirigen a sus lechos cada día con una audacia que estaría más allá de toda comprensión, si no supiéramos que es el resultado de su ignorancia del peligro”

Boudelaire


“Si algo estuviera equivocado hagamos responsable al Sueño. El sueño es una ley en sí misma; se bate contra un arco iris para mostrar; o para no mostrar; un arco secundario…El Sueño conoce mejor; y el Sueño., lo repito, es la parte responsable.”

De Quincey




Tiempo “perdido y necesario”, el dormir, para que nuestro cuerpo se recupere.
Otros diríamos, que la recuperación del cuerpo no es suficiente. Que más necesario y útil es el empleado en soñar.
Sin soñar, sin sueños no podríamos vivir. Que el dormir es para regenerar el cuerpo, el soñar para reorganizar el alma, o sí queremos ser más precisos, nuestra conciencia.

Emilio Salas