Delante de la obra,
cubiertos como todos los días,
me paro a mirarlos.
Sentí miedo por ellos
con las últimas lluvias
Están ahí
Abrazados, hechos un ovillo
Unos encimas de otros
Un amasijo peludo respira
Mañana lentamente volveré
Temblando suavemente
por temor a molestarlos
En poco tiempo,
un día cualquiera,
mientras escribo
saldrán de la improvisada casa
Lentamente se habrán ido.
2 comments:
¿Sabes? me pasó algo curioso. Llamemoslo deformación profesional si quieres, será que llevo un día muy estresado. Al leer tu post no me fijé en la foto de los gatitos y lo primero que me vinieron a la mente fueron algunos casos que conozco, de emigrantes ilegales que trabajan en obras y viven en condiciones similares a las que describías en tu texto...
great poem
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